martes, 20 de enero de 2009

Puno, Uros, Amantani y Taquile


Hombres de Taquile





Despedida en Amantaní



Yo con ropa típica en la fiesta




Bajando del Pachatata




Nosotros en el Pachatata


Vista desde nuestra habitación en Amantaní


Nuestra habitación en Amantaní



Balsa e islas de totora


Islas de los Uros


Ro en la isla que bajamos


Llegamos a la terminal de Puno el 2 de enero a las 5 am y allí un hombre nos ofreció la excursión de Uros, Amantani y Taquile durmiendo en Amantani en una casa de familia con las comidas incluidas a s/ 70. Muchísimo más barato de todo lo que nos habían ofrecido por internet. Así que aceptamos y nos llevó en un taxi hasta la agencia Inka Tours y de ahí al puerto en donde nos embarcamos primeramente hasta las islas flotantes de los Uros.
Los Uros hace miles de años que fabrican sus islas con la planta de totora. Son aproximadamente 34 islas en las que viven más de 900 personas. Al pisar la isla se siente un suelo muy esponjoso y resulta increíble pensar como tanta gente puede vivir haciendo sus casas, sus balsas y hasta sus islas con la totora. Una vez en la isla, el presidente de ésta nos explicó cómo las fabrican y nos invito a embarcarnos en una de sus balsas, para cruzar a la otra isla por un costo de s/ 5.

Luego, nos embarcamos hasta Amantaní sin dejar de maravillarnos por el Lago Titicaca. Amantaní es una isla de 9 km2 que está del lado peruano del Titicaca, a tres horas de navegación desde Puno. En ella viven más de 3000 personas, no hay electricidad, agua corriente ni gas. Viven de lo que cosechan, pero hoy en día el turismo es parte de sus ingresos.

En Amantaní, nos esperaba Ricardina que nos iba a hospedar en su casa y a compartir su almuerzo y cena con nosotros.
Apenas llegamos fuimos a su casa, nos mostró la sencilla habitación en que ibamos a dormir(pero con una vista espectacular del lago). Comimos sopa de quinua y verduras hervidas y nos fuimos a ascender con el guía a una montaña sagrada llamada Pachatata (padre tierra). Enfrente se veía la montaña de la Pachamama. Fue difícil pero valió totalmente la pena.

A la noche comimos a la luz de una vela junto a la familia que nos conmovió por su hospitalidad y después fuimos a una fiesta preparada para los turistas en la que nos vestimos con ropa típica de la isla y bailamos.
Al otro día desayunamos temprano en la casa de Ricardina, de quien nos despedimos y nos fuimos rumbo a Taquile. Para llegar al pueblo de esta isla hay que subir 533 escalones a casi 4000m de altura. Llama la atención lo bien organizados que estan en la isla, por ejemplo cada familia da al mercado de artesanías algunas de sus producciones y las venden de forma comunitaria (a precios caros a nuestro parecer); también fuimos a un restaurante a comer truchas y nos explicaron que se rotan las familias en la atención de los restaurantes de la isla para que así todos tengan un ingreso. El sistema comunitario también se veía en la tenencia y rotación de las zonas de cultivo para todas las familias de la isla. Ojalá más gente pueda aprender de la organización y la distribución de la riqueza de los pobladores de Taquile.

A la tardecita con la panza y el corazón lleno partimos en un viaje de más de 3hs nuevamente hacia Puno.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Flavia, voy a cusco en octubre, tenes los datos de la persona que te hizo recorrer isla de Uros? o qué me recomendas pra poder hacer lo que vos hiciste?
me podrías dar un poco de informaci{on a friasmicaela@hotmail.com ?
gracias