viernes, 16 de enero de 2009

Nuestro primer día en Cusco



En la estación de trenes de Cusco

Bandera del municipio del Cusco.


Flavia desde la "Compañía de Jesús". Al fondo, la Catedral.


La infaltable foto de la piedra de los 12 ángulos en la Cuesta de San Blas.


Restaurant cubano "La Bodeguita". Muy buen ambiente en la cuesta de San Blas.


Balcones españoles en las calles de Cusco.



La iglesia de "La Compañia de Jesús".


La catedral de Cusco.


Calles de Cusco.


Mercado de San Pedro en Cusco.

Llegamos al Aeropuerto de Lima a las 21hs del 25/12 y teníamos que hacer tiempo hasta las 05hs del 26/12 para que salga el vuelo a Cusco. Teníamos ganas de ir al centro a recorrer pero no nos animamos y no queríamos gastar en taxi que cuesta como s./50. ida y s./50 vuelta.

Así que nos quedamos como Tom Hanks toda la noche tomando café y durmiendo en el aeropuerto en unos silloncitos. En realidad yo dormí mientras Flavia charlaba con unos mexicanos.

Luego de pasar toda la noche en el aeropuerto de Lima, llegamos a Cusco el 26 de diciembre a la mañana y nos estaban esperando para llevarnos al hotel. A Flavia le dió el mal de altura (que por suerte duró un solo día). Es increíble sentir cómo el cuerpo se va a adaptando a la altura (algunos no se adaptan). Uno empieza a hacer litros y litros de orina, se sienten cosquilleos en los pies y manos, mucho sueño y dolor de cabeza. Pero no es tan grave como dicen. Solamente hay que estar tranquilo el primer día, comer liviano y tomar mucha agua. Yo me tomé una pastilla de Diamox y con eso no la pasé tan mal.

Cusco es una ciudad que te enamora de entrada. Tiene una magia en cada una de sus callecitas, a la cual uno no se puede resistir. Además, no creo que haya ciudad más cosmopolita y en la que te ofrezcan más masajes a cada paso que das que en Cusco (eso último es insoportable!).

Una vez ahí te sentís realmente en el centro del mundo.

El primer día cumplimos el consejo de descansar el primer día por la altura. Pero no, el de comer poco y Rodrigo se comió en un barcito un "Pescado a lo Macho" que estaba riquísimo.

Dimos muchas vueltas por la plaza de armas y por el mercado de San Pedro. En este post van algunas fotos de este día. También aprovechamos para canjear los vouchers de los boletos de tren que había comprado por internet para el día siguiente desde Ollantaytambo a Aguascalientes.

El mercado de San Pedro queda frente a la estación de tren de San Pedro y es un enorme. Ahí se vende lo que se te ocurra (principalmente alimentos) y también tiene una especie de patio de comidas donde se come muy barato.

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