domingo, 30 de noviembre de 2008

¿Por qué viajamos?

Foto de Cerro Aspero- Merlo-San Luis


Según el diccionario, viajar es trasladarse de un lugar a otro, generalmente distante, por cualquier medio de locomoción. Dicho así, puede parecer una definición un tanto escasa y objetiva. Pero nosotros creemos que las emociones, vivencias, sabores y colores percibidos en un viaje no tienen cabida en esa definición y habría que ampliarla enormemente. Además, un viaje no solo incluye el momento de hacerlo sino también los preparativos, las pocas o inumerables horas (dependiendo del destino) buscando información en internet y luego de él, la organización de las fotos y el contárselo a amigos y familiares. O sea un viaje incluye mucho más que el viaje.

Razones para viajar:

El hombre desde sus inicios siempre estuvo fascinado por lo que pueda haber más allá de lo que conoce, ese ímpetu de conocer, de saber más, lo ha llevado ha inumerables travesías. Por eso
se viaja , porque al hacerlo cada día es una aventura y se rompe la rutina constantemente dado que no sabemos que vamos a ver, oler, saborear, oír o tocar. En definitiva, lo que vamos a sentir.

Viajamos para poder vivir más. Nadie se acuerda que comió ayer pero nosotros no olvidamos la trucha que comimos en Traful con una temperatura de 2º en pleno verano y el hogar del restaurante con los leños encendidos. La rutina diaria acorta la vida al no crear diferencias entre un día y otro, pasa lo contrario cuando se viaja. Nosotros por ejemplo, estuvimos solo una noche en Tandil y nos dio la sensación de haber estado un montón de tiempo por todo lo que hicimos, y eso ocurre por que el tiempo como casi todo es relativo. Por este mismo motivo nunca viajamos a la Costa Bonaerense ni a lugares que no nos ofrezcan adrenalina, ni saber que vamos a conocer algo nuevo. Nosotros personalmente, creemos que las vacaciones en la costa a la gente se le hacen tan cortas porque establecen la misma rutina a lo largo de los años y los días. Por rídiculo que parezca al ir siempre al mismo lugar y tumbarse al sol todo el día se hace una rutina de las vacaciones que comienza a agobiar por lo menos a las personas que no temen y necesitan vivir nuevas experiencias.

Asi que, si queremos hacer cortes en el tiempo que nos queda por vivir, y alargar un poco o un mucho nuestra existencia, tenemos que viajar.

Otra de las razones por las que viajamos es que se puede conocer a diversas personas con pensamientos totalmente distintos, con culturas, valores y creencias diferentes a las nuestras, como así ver paisajes totalmente distintos que nos impresionan y deslumbran.

La fascinación que tenemos por los viajes actúa como un motor que nos impulsa a vivir de otra manera, a pensar en los otros y a pensarnos de forma diferente construyendo así nuestra identidad. En definitiva, viajamos porque cada vez que lo hacemos, aunque sean pocos km, empezamos a sentir mariposas en el estómago y esa hambre loca por conocer cosas nuevas que no se puede dejar de sentir.



Un viaje es una nueva vida, con un nacimiento, un crecimiento y una muerte, que nos es ofrecida en el interior de la otra. Aprovechémoslo.
Enviar frase
Paul Morand (1888-1976) Diplomático y escritor francés.

sábado, 29 de noviembre de 2008

"Cómo tomar sol y no morir en el intento"


Sí como yo tenés una piel muy sensible pero te encanta la vida al aire libre debes tener especial cuidado al exponerte al sol. El primer consejo que dan los especialistas es no tomar sol de 10hs a 16hs y ahora que el horario ha cambiado sería de 11 a 17hs. Sin embargo, al viajar este consejo muchas veces se vuelve impracticable. Yo por ejemplo, jamás me tiro a tomar sol en una playa, pero si salgo, voy a una excursión o subo a un cerro y esto indefectiblemente se tiene que hacer en horarios no convenientes y más de una vez he terminado con grandes quemaduras en las zonas expuestas y hasta se me pelo el cuero cabelludo (jajaja).
Por eso acá van algunos consejos:

  • Hay que aplicar el protector solar media hora antes de empezar a tomar el sol y renovarlo cada dos horas.
  • Aplica la protección solar cada vez que salgas del agua.
  • Después de tomar sol colócate una crema hidratante.
  • Debes proteger los labios y los ojos.
  • Al ir a tomar el sol, evita usar perfumes o colonias, éstas pueden hacer que la piel se haga más sensible y aparezcan manchas.
  • Se debe evitar la ingesta de remedios fotosensibilizantes, como diuréticos, anticonceptivos, antiinflamatorios no esteroideos, ya que pueden producir manchas en la piel por acción de la exposición solar.
  • Recuerde que las nubes dejan pasar el sol. La arena, el agua y la nieve reflejan los rayos y aumentan su acción.
  • No exponer al sol, sea en forma directa o indirecta, a los niños menores de 1 año. Ante exposiciones ocasionales, a partir de los 6 meses de vida se pueden emplear protectores solares.
  • Use ropa y accesorios adecuados para protegerse: gorro o sombrero de ala ancha, y lo digo por experiencia, también anteojos de sol con filtros UV (para radiación ultravioleta).
  • Aplique abundante cantidad de protector solar, de amplio espectro (que proteja contra UVB-UVA), con factor de protección solar 15 o mayor; para pieles muy sensibles (muy claras, que siempre enrojecen y nunca se broncean) o exposiciones solares intensas o en la altura, el FPS mínimo recomendado es 30. Para no correr riesgos este año me compré un protector con FPS 40.
  • Cubra toda la piel expuesta sino puede quedar una franja de piel al rojo vivo.
  • Aunque el día esté nublado no olvides utilizar protector solar. Un gran número de quemaduras por exposición a los rayos del sol se producen durante esos días.
  • Bebe mucho líquido, sobre todo agua. El mínimo recomendable es 4 litros durante los meses de verano.
  • Los índices de protección son el factor por el que se debe multiplicar para saber cuanto tiempo nos protege, ejemplo: Un factor de protección 20 permite exponerse al sol 20 minutos como si fuera solo 1 minuto. El filtro 50 permite 50 minutos como si fuera 1. Podremos encontrar filtros desde factor 2 hasta factor 50 o más que se llaman totales o pantallas. Pero jamás, no importa el tipo de piel usar uno menor a 15.


Protectores y Bloqueadores Solares

Se considera que los protectores solares trabajan absorbiendo y filtrando la radiación ultravioleta en lugar de reflejarla. La absorción de rayos ultravioleta tiende a elevar la temperatura corporal y puede causar que la piel se engrose y endurezca.

En cambio los “bloqueadores solares” reflejan los rayos ultravioleta, lo cual puede ayudar a mantener fresca la piel y evita que penetren dentro de las capas profundas en donde los daños son más serios.

El uso de un bloqueador solar es mucho más efectivo si el objetivo es proteger al máximo a la piel de los efectos nocivos del sol. En cambio, el protector solar permitirá filtrar solo parte de estas radiaciones, algunas de las cuales pueden generar daños en la piel.